Caso Mirage: Juez indaga viaje secreto de Rojas y Vega a Londres y millonario depósito

Comenzaba el invierno en Londres, en diciembre de 1993, cuando un llamado desde Santiago sorprendió al entonces agregado de la Fuerza Aérea chilena, general (R) Patricio Ríos. Del otro lado de la línea, un conocido suyo, el jefe del Comando Logístico, general (R) Jaime Estay, le hizo una rara petición. Debía depositar US$ 14 millones de la cuenta de la agregaduría en un banco belga. La solicitud le extrañó y trató de negarse, pero no pudo. Era el segundo llamado desde Chile que lo inquietaba.

Un mes antes, el mismo Estay le había hecho otro anuncio: a fines de noviembre llegarían a la capital inglesa dos altas autoridades chilenas, en una visita reservada. Los viajeros eran el ministro de Defensa de la época, Patricio Rojas, y el comandante en jefe de la Fach, general Ramón Vega, quienes deberían ser asistidos y transportados en el más absoluto hermetismo. Estay pidió un auto con chofer para que los trasladara adónde ellos quisieran y luego reiteró: todo con suma discreción.

Algunos días después, el 19 de noviembre de ese año, el ministro Rojas abordó un avión con destino a Inglaterra para reunirse con el general Vega. Durante no más de seis días, Rojas y Vega coincidieron en Londres y sostuvieron una serie de reuniones de agenda desconocida. El sigilo fue máximo y el objetivo se cumplió. El viaje quedó en el olvido y nunca más se mencionó. Al menos eso creían los involucrados.

Hace dos meses el ministro Omar Astudillo, que indaga el caso Mirage, recibió el testimonio del general (R) Ríos, quien le relató todos los detalles del viaje y las órdenes que recibió de Estay a finales de 1993.   Además, señaló que el giro de US$ 14 millones tenía directa relación con la compra de los Mirage concretada en julio de 1994. Por esta operación, en enero pasado Astudillo procesó a Vega, Estay y al coronel (R) Florencio Dublé por malversación de caudales públicos.

Cercanos al caso indican que la declaración de Ríos marcó un antes y un después en el expediente, pues aportó un importante dato sobre el rol de Rojas en el negocio y entregó antecedentes sobre los pagos irregulares que rodearon la compra por US$ 109 millones. Ríos fue comandante en jefe de la Fach entre 1999 y 2002.

NUEVAS DILIGENCIAS
Concentrado en su oficina de Avenida España, Astudillo trabaja rodeado de documentos y con música clásica de fondo. Desde allí despachó nuevos exhortos a Inglaterra y ordenó el último allanamiento a la oficina de Vega.

En su declaración, Ríos entregó al juez una fotografía en que aparecen Vega y Rojas juntos en Londres. Fuentes ligadas a la investigación indican que Astudillo ya acreditó las salidas al extranjero de Vega y Rojas. Los registros de Policía Internacional muestran que Vega dejó Chile el 11 de noviembre de 1993 con destino a Estados Unidos y regresó el 27 del mismo mes desde Uruguay. A su vez, Rojas salió el 19 de noviembre rumbo a Inglaterra y volvió el 2 de diciembre.

Según las pesquisas, ambos estuvieron en Londres cerca del 20 de noviembre y las sospechas de Astudillo apuntan a que habrían sostenido reuniones con intermediarios de la compra de los Mirage, entre ellos Bernard van Meer, yerno de Vega y principal operador del negocio.

Además, las semanas posteriores al viaje corresponden a la época de mayor presión de Sabca y Van Meer por lograr un sí del gobierno chileno. Prueba de ello son las cartas contenidas en el dossier de la investigación belga, donde Van Meer pide apurar una decisión antes de las elecciones del 11 de diciembre de 1993. "Las F.A. necesitan una confirmación por parte del ministro antes de esa fecha, de modo que tengan autorización para negociar un contrato antes de que esta persona se vaya en marzo", dice un manuscrito del dossier adjudicado al yerno de Vega fechado el 6 de diciembre de 1993.

Las sospechas se concentran en Rojas, quien nunca había mencionado este viaje al juez y quien el 8 de diciembre recibió una carta de Sabca informándole los costos de la operación.

ORDEN DESDE SANTIAGO
Para el juez -señalan fuentes ligadas a la causa- no pasó inadvertido que el monto del depósito pedido por Estay calza muy bien con la cifra de comisiones cuyo destino indaga. Por esto debe establecer a qué corresponde un pago realizado antes de la firma del contrato, y que no corresponde a ninguna de las cuotas definidas en el negocio oficial.

Las mismas fuentes indican que para el ministro el tema resulta altamente sospechoso y confirmaría su tesis de que toda la operación fue resuelta de forma irregular y desde mucho antes que se firmaran los papeles "oficiales". Su meta es establecer ¿a quién y por qué la Fach debió cancelar US$ 14 millones sin ningún contrato de por medio? ¿Por qué el pago se hizo en medio de las negociaciones entre Chile y Bélgica?.

Por esto, Astudillo decidió reinterrogar a Vega y Rojas, y solicitar acceso a la cuenta de la agregaduría en Londres. El testimonio del ex comandante en jefe de la Fach dice que en diciembre de 1993, Estay le pidió depositar US$ 14 millones de la cuenta de la Agregaduría Aérea de Londres en un banco belga. El se negó en primera instancia y pidió un respaldo para justificar el egreso, no quería hacerlo sólo por una orden verbal. Ante su insistencia, sigue el relato, desde Chile le enviaron una orden por escrito y realizó el giro días antes de Navidad.

Los antecedentes aportados por Ríos también serán conocidos por los diputados de la comisión investigadora del caso Mirage, luego de que el diputado RN Nicolás Monckeberg decidiera enviarle un oficio al general (R) con preguntas sobre el caso.
Sus revelaciones -según conocedores de la causa- dieron un fuerte empujón a Astudillo en la línea de descifrar los pagos a civiles que rodearon la compra de los Mirage, y hacia allá van sus próximos pasos.